Análisis del FC 26: por qué es el mejor "Fifa" de todos

EA Sports FC 26 ofrece una experiencia completa: dos estilos de juego, múltiples modos y una jugabilidad que se adapta a cada perfil. Descubre lo mejor y lo peor del FIFA 26.

FIFA 26

FIFA 26: el renacer de una leyenda

Cuando EA Sports decidió cortar el cordón umbilical con la FIFA y lanzarse con su propia marca, muchos nos quedamos con la duda. ¿Sería lo mismo? ¿Mejoraría? ¿O sería el principio del fin? Después de meterle más de cien horas al FC 26, te puedo decir que no solo mantuvo el nivel, sino que lo superó de una manera que no me esperaba.

Acá en Argentina, donde el fútbol es casi una religión, somos bastante hinchas de lo que funciona. Y el FC 26 funciona. Y cómo. Desde que arranqué a jugar, me di cuenta que esto no era un simple cambio de nombre. Era una evolución, un salto cualitativo que se nota desde el primer partido.

Lo que más me copó fue la flexibilidad. El juego te deja elegir cómo querés jugar. Si sos de los que les gusta la pausa tática, el toque y la posesión, tenés un modo para eso. Si preferís el contraataque veloz y los goles de golpe, también. Es como si los desarrolladores hubieran entendido que no hay una sola forma de disfrutar el fútbol.

La jugabilidad que nos voló la cabeza

Vamos al hueso: la jugabilidad es lo que hace o rompe un juego de fútbol. Y el FC 26 la clavó. Los movimientos de los jugadores son increíblemente naturales. Cuando Messi recibe la pelota, se mueve como Messi. Cuando Mbappé arranca, tiene esa aceleración que te deja boquiabierto. Pero no son solo las estrellas: los jugadores comunes tienen sus propias características bien marcadas.

El sistema de pases me parece el mejor logrado. Ya no es ese pase automático que siempre va al mismo lugar. Acá tenés que pensar, tenés que medir la fuerza, el ángulo. Si querés un pase filtrado, tenés que ejecutarlo con precisión. Si lo hacés mal, la pelota se va a la tribuna. Eso agrega una capa de realismo que antes faltaba.

Los tiros al arco son otra cosa que mejoró un montón. Ya no es apuntar y rezar. Tenés que considerar la posición del arquero, el balance del jugador, si viene corriendo o está parado. Los goles de tiro libre son una obra de arte ahora. Cuando embocás uno de esos, sentís una satisfacción que en versiones anteriores no existía.

Los dos estilos que cambiaron todo

Esto es, para mí, lo más revolucionario del FC 26. Tener dos estilos de juego distintos no es un detalle menor. Es un cambio de paradigma. Por un lado tenés el "Estilo Táctico", que es para los que disfrutan del juego posicional, de la construcción lenta, de desarmar al rival con paciencia.

Por el otro, el "Estilo Dinámico" es una locura. Es fútbol de ida y vuelta, de contraataques veloces, de partidos que pueden terminar 5-4. Lo genial es que podés alternar entre ambos según tu estado de ánimo. Un día querés pensar cada jugada, al otro querés pura adrenalina. El juego te lo permite.

Lo que más valoro es que ninguno de los dos estilos se siente como "el fácil" o "el difícil". Son diferentes, cada uno con su curva de aprendizaje. Me pasó que al principio me costó adaptarme al Estilo Táctico, pero cuando le agarré la mano, descubrí un nivel de profundidad que no sabía que existía en un juego de fútbol.

Modos de juego: para todos los gustos

Acá es donde el FC 26 demuestra que quiere contentar a todo el mundo. Si sos del modo carrera, tenés una profundidad impresionante. Si preferís el Ultimate Team, está más pulido que nunca. Y si solo querés jugar partidos rápidos, la experiencia es sublime.

El Volta Football volvió mejorado. Esa modalidad de fútbol callejero que tanto nos enganchó en su momento, ahora tiene más personalidad. Las canchas son más variadas, los movimientos más exagerados (pero en el buen sentido) y la personalización de jugadores es enorme.

Pero donde realmente se lucieron fue con el modo "Clubes Pro". Es una mezcla entre el modo carrera y el Ultimate Team que te permite armar tu propio club desde cero. Elegís desde los colores de la camiseta hasta las tácticas que vas a usar. Es tan adictivo que me hizo descuidar otros modos que siempre fueron mis favoritos.

Grficos que parecen de verdad

Jugar al FC 26 en una buena tele es casi como ver un partido por la ESPN. Los detalles son alucinantes. Desde las gotas de sudor en la frente de los jugadores hasta cómo se mueve el césped cuando pisan fuerte. Las expresiones faciales cambiaron completamente: ahora se nota cuando un jugador está cansado, cuando está frustrado, cuando celebra con alegría genuina.

Los estadios son otra obra de arte. La Bombonera se siente como la Bombonera de verdad: esa presión, esa cercanía de la tribuna. El Monumental tiene esa inmensidad que te hace sentir pequeño. Y cuando jugás en la lluvia, se nota todo: los jugadores patinan más, la pelota corre distinto, hasta los uniformes se ven más pesados.

Lo que más me impresionó fueron las mejoras en las animaciones de transición. Ya no se notan esos cortes bruscos entre una acción y otra. Todo fluye de manera natural. Cuando un jugador recibe un pase y arranca a correr, se ve real. Cuando frenan de golpe, se nota el esfuerzo en sus movimientos.

Ultimate team: ms adictivo que nunca

Voy a ser honesto: siempre fui bastante crítico del Ultimate Team. Me parecía que se había vuelto muy pay-to-win. Pero el FC 26 logró equilibrar las cosas de una manera interesante. Ahora es más viable armar un buen equipo sin tener que gastar fortunas en sobres.

Las SBC (Squad Building Challenges) están más creativas. Ya no son solo "juntar jugadores de tal liga". Ahora hay desafíos temáticos, relacionados con jugadores históricos, con momentos específicos de la temporada. Eso hace que siempre haya algo nuevo para hacer.

Los partidos del Ultimate Team también mejoraron un montón. El matchmaking parece más justo, ya no te empareja tan seguido con equipos que son claramente superiores. Y cuando perdés, en general sentís que fue por mérito del rival, no porque el juego te haya cagado.

Modo carrera: la profundidad que esperbamos

Para los viejos de la tribuna como yo, el modo carrera es casi lo más importante. Y el FC 25 le metió una cantidad de mejoras que lo hacen irresistible. Ahora las negociaciones por pases son mucho más realistas. Tenés que lidiar con agentes que tienen sus propias demandas, con jugadores que se ponen rompebolas si no juegan, con directivas que te pieren resultados inmediatos.

El sistema de entrenamientos está recontra mejorado. Ya no es solo elegir ejercicios genéricos. Podés focalizar en aspectos específicos según las necesidades de tu equipo. Si tenés problemas defendiendo pelotas paradas, podés practicar eso. Si querés mejorar el contraataque, también.

Pero lo que más me gustó fue la inclusión de elementos más allá de lo deportivo. Ahora tenés que manejar el presupuesto del club, las mejoras en las instalaciones, hasta las relaciones con la hinchada. Es casi un Football Manager light, pero sin perder la esencia de juego de fútbol.

Experiencia online: fluida como nunca

Jugar online siempre fue un tema complicado en los FIFA. El input lag, los lagazos repentinos, esa sensación de que a veces el juego no responde como debería. En el FC 26, por lo menos en mi experiencia, mejoró notablemente.

Probé jugando desde mi conexión de fibra óptica acá en Buenos Aires y la verdad es que se siente casi igual que jugar offline. Claro, cuando te toca un rival de otro país a veces se nota un poquito de delay, pero nada que arruine la experiencia.

El sistema de divisiones online está mejor organizado. Subir de división se siente como un logro real, no como algo que conseguís por suerte. Y cuando te estancás en una división, el juego te da herramientas para analizar tus partidos y ver dónde estás fallando.

Sonido y ambientación: meterse en la cancha

El sonido siempre fue un punto fuerte de la saga, pero en el FC 26 llevaron todo a otro nivel. Las hinchadas suenan distintas según el estadio, según el momento del partido. Cuando vas perdiendo al minuto 89, se siente la desesperación en los gritos. Cuando hacés un gol importante, la explosión de alegría es visceral.

Los comentaristas mejoraron un montón. Ya no repiten las mismas frases cada cinco minutos. Tienen más variedad, más contexto. Cuando un jugador está teniendo un partidazo, lo destacan. Cuando alguien la está pifiando, también lo mencionan. Eso agrega una capa de inmersión que antes faltaba.

Los sonidos del juego en sí también están más detallados. Se escucha diferente el ruido de un tiro potente que el de un cabezazo. Cuando la pelota pega en el palo, suena distinto según de qué ángulo venga. Son detalles que quizás no notes conscientemente, pero que suman a la experiencia general.

Lo que no convenció del todo

No todo es color de rosas, claro. El FC 26 tiene sus cositas que todavía no terminan de convencer. Por ejemplo, los arqueros siguen teniendo momentos de absoluta pelotudez. Esos goles que entran porque el arquero decide hacerse el muerto son frustrantes, especialmente en partidos reñidos.

El sistema de faltas todavía es medio aleatorio. A veces te cobran faltas que no son nada, y otras veces te cagan a patadas y el juez no pita. Es inconsistente, y en partidos online eso puede ser motivo de mucha bronca.

La inteligencia artificial de tus compañeros en modos de un jugador también tiene sus lagunas. A veces hacen movimientos que no tienen ningún sentido, se amontonan en áreas que no deberían, o dejan hombres libres por pura distracción. Son cosas que esperaba que hubieran pulido mejor.

Comparación con versiones anteriores

Comparado con el FIFA 23, el salto es abismal. No es solo una actualización de roster con algunos retoques. Se siente como un juego nuevo, con una filosofía distinta. Donde el 23 se sentía estancado, el FC 26 se siente fresco, innovador.

Contra el FIFA 22, la diferencia es aún más notable. El 22 fue un buen juego, pero muy conservador. El FC 26 se anima a más, prueba cosas nuevas, y en general le sale bien. Es como si los desarrolladores hubieran dicho "bueno, ahora que tenemos libertad, vamos a hacer lo que siempre quisimos".

Pero la comparación más interesante es con el PES (o eFootball, como se llama ahora). Mientras Konami se fue por el lado free-to-play con microtransacciones hasta en el menú, EA Sports mantuvo la esencia de juego completo, bien hecho, que vale lo que cuesta.

Conclusión: vale la pena el salto?

Después de todo lo que probé, te digo que sí, vale cada peso. El FC 26 no es solo el mejor juego de fútbol del año: es el mejor que jugué en muchísimo tiempo. Logró eso que parecía imposible: innovar sin perder la esencia, agregar complejidad sin hacerlo inaccesible.

Para el jugador casual que solo quiere partidos rápidos, funciona perfecto. Para el hincha del modo carrera, ofrece profundidad de sobra. Para el adicto al Ultimate Team, está más equilibrado y divertido que nunca. Y para el que busca el realismo máximo, los dos estilos de juego ofrecen experiencias distintas pero igualmente satisfactorias.

¿Es perfecto? No, todavía tiene detalles que pulir. Pero es el paso más importante que dio la saga en años. EA Sports no solo demostró que podía vivir sin la licencia FIFA, sino que puede hacer algo incluso mejor. El FC 26 es, sin duda, el juego de fútbol que nos merecíamos.

Así que si estás dudando, te digo: mandale. Especialmente si venís de versiones viejas. La diferencia se nota desde el primer minuto. Y después de acostumbrarte a cómo juega esto, difícilmente quieras volver atrás.